miércoles, 30 de agosto de 2017

Inexplicable
Durante seis años y ocho mese le suerte me llevo a un establecimiento en el que resultaba muy duro sacar para los costos que originaba, y más aún lograr alcanzar para cubrir los gastos y además vivir aunque fuera apretadamente. Cierto que el trabajo venia a ser,  por escaso,  a resultar cómodo, casi ideal para aguantar septuagenario, hasta llegar a una merecida pensión que, por la baja cotización, no alcanzaría la integridad del 100 % hasta enero de 2018. Hay que esperar.
Nada valía entonces pensar en nada hasta esa fecha, pero si existía la posibilidad de continuar algo más de tiempo en aquel lugar realmente anti comercial, por cuanto con jubilación parcial, y minimizada la cuota a la SS, encontraba un beneficio de no menos de 450 euros y  250 euros que serian ingresos, como  para pensar en continuar, por cuanto estas cantidades parecería que mejoraría el panorama económico. Es decir encontraría en ellos una significativa ayuda para seguir quien dice un par de años, pensando en que una vez tocado el fin de la crisis,  la cosa mejoraría en caso de un posible traspaso al alza, dado que hasta la fecha estos se han producido a la baja.
Es posible que mis comentarios a lo largo de todo ese tiempo acerca del denostado lugar, no fueran de satisfacción en una ubicación fuera del recorrido comercial, pero  acaso por la visión que pudiera dar la imagen del mismo, hizo que muchas personas advirtieran que en aquel negocio todo se hacía difícil, mas cuando entraba en comparación con los de calle central, que tuvieron la suerte del sorteo.
Hubiera sido fácil, o no, si en el principio haber dejado aquello y  llegar a poder compartir, acaso el mejor puesto de la plaza, por lo que todos los gastos en la participación  se hubieran reducidos, e incluso el trabajo, cabe pensar que hubiera sido menester  la adaptación necesaria,  como en otros tiempos. Seguro hubiera sido más flexible. El caso es que no se planteó. De siempre pensé en los motivos por lo que se evitó, y creo que no estoy equivocado, por lo que el tiempo me hizo alegrarme de cómo se dieron las suertes. No quero pensar en otra distinta.
Durante mucho tiempo, y a tenor de los tres últimos años en los que “mis amigos” hacia difusión de mis supuestos penosos comentarios, (dado que todos tenían amplia información de mis enormes pérdidas y la pesada deuda) que se empezó a cuestionar por tal causa la posibilidad de que me desprendiera del “lastre” del malísimo puesto de mi suerte y a “como fuera”, regalarlo, dejarlo, ya fuera a la concesionaria, a la cooperativa, al ayuntamiento, y recuperara la alegría de unas ventas en la calle central. Por nada del mundo, evidentemente  se me llegó a ocurrir hacer caso y  “tirar” aquello que tanto me había costado.
Era evidente que necesitaba aguantar hasta final del presente año y, a partir de ya,  buscar las posibilidades de encontrar un cliente para traspasar aquello y poder compartir la calle central, acaso un año o dos,  una vez que simplificados los gastos permitiría la espera amable  de una buena operación. De ninguna de las maneras me desprendería de “aquello” sin tener la opción que con reiteración era ofrecida, y más cuando llegado el momento, con jubilación parcial y exenta de SS, permitiría otras alegrías.
Tres contactos vinieron con acierto, después de aquel que la baja ofertaron en Enero. Tres, y solo en el mes de Junio, uno detrás de otro. Ni que decir tiene que la mejor oferta, se hacía de forma inminente, por más que le advertía de su error, por considerar su gran desconocimiento en este tipo de negocios. Tres días después me envía un precontrato y adelanta la cantidad que en este se establece.
Se hacía casi publico que aquello se llevaría a la práctica, pero se con seguridad quien fue la primera persona que tuvo conocimiento de que la operación se había llevado a cabo.
Ni que decir tiene que con toda la carga de la duda, lleno de incertidumbre, el sentimiento de nostalgia de un lado y la alegría de otro que iniciamos este mes de Agosto con destino a otra etapa posiblemente más interesante desde el punto comercial y con la lagrima fácil empezamos a deshacer todos los recuerdos acumulados en los seis años, y trasladar aquello aparentemente servible en cada caso.
Evidentemente lo que pensaba no era compartido, por lo que cabía pensar que una cosa es lo que se dice u otra lo que sucede, así que por más de tres años, recibiendo el consejo de cambiar un lugar decrepito y desértico, con un generoso ofrecimiento de tira aquello y vente aquí, y que a la postre resultó que lo era que una operación favorable quedara truncada, cuando se manifiesta, en la alegría de las cantidades,  “y que saco yo de esto”, apareciendo junto,  la velada intención llevada a cabo desde hace tres años,  de ceder a un tercero, que aparece ahora y por una cantidad pactada con anterioridad, tanto como fue ofrecido. Sin uno, cedido en firme en contrato de arras,  y de pronto sin el otro.
La situación no deja  otra salida, cuando aparece, no solo el necesario deseo de sentir acompañamiento en la soledad de la dolorosa enfermedad, si a esta se le une lo que era una disposición personal y reservada, desde hace más de dos años, para llegar al jubiloso y merecido descanso, una vez que cantidades y necesidades del vivir se encuentran en el presupuesto ajustado. Así no queda otra opción que por generosidad sea, previo pago fraccionado, cambiar de sitio, acaso no solo resistir hasta fin de año, más la alegría de la venta me hace rejuvenecer, a duras penas, y lo mismo en breve plazo logramos mejor oferta. Sin duda el sitio las mereces.
No ha podido ser, hay demasiadas palabras dichas, una cosa es lo que pensaba, otra la realidad. No es igual un dedo que el otro y eso que está en la misma mano, no es igual el puto puesto, que algo que ha dado tanto, que trabajar. El deseo se ha frustrado pues el futuro depende de nada, pues esto es breve, mas era solo una posibilidad que no se llevaría cabo, y es que no es lo mismo ni con razón o sin ella, pensar por uno, que por otro. Nada deseo más que todo sea para bien.

Sevilla a 30 de Agosto de 2017

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