jueves, 8 de junio de 2017

Resultado de imagen de la estatua de Ceres en la Encarnacion
El rapto

Tiene el consistorio con lo de la Encarnacion,  y la puerta automática, que se olvidaron eso que ahora llaman síndrome de Estocolmo que viene a ser que en su tolerancia prefiere incumplir la Ley que molestar a sus secuestradores, pues ya me dirán que le ocurre a este selecto elenco  en su silencio y laxitud, si en la responsabilidad de los edificios públicos (que corresponde como todo el mundo sabe al alcalde) como este no tiene  a cabo ninguna exigencia, una vez liberado, con estos que la vulneran la Ley desde los tiempos que era constructora, en los de adjudicataria, y los de concesionaria, incluido también los que quedaron en su día firmado en contrato de servicios.
Las sabinas aceptaron la violación cuando  fueron raptadas para frungir con el fin pro creativo. Viene a ser, salvando las distancias, como la interpretación de los bultos que dicen ser fuentes en lo de las setas, “lo cual hode”,  que si ya puso el berlinés fantasía  para imaginar en aquello nada menos que cimborrios catedralicios, no será poco mas lo que hay que poner para llegar a entender que semejante cosa seria la representación de la  eclosión de setas emergente.
 Los parterres a juego, y los sevillanísimos bancos de granitos en graciosa curva van en combinación con las escalinatas. La indigencia agradecida al menos, y  a falta de futuro, tiene su lugar.
 El dilema de las Sabinas fue a la hora de decidir qué triunfo preferiría, lo cual trae pensar que ocurre como con la calle transformada en bar de copas, o el lucernario se llena de basura, o deja ver la Colonia, y cuando menos que se pague a prorrateo, como el consumo de las bombillas de la calle sinuosa, que emparedó en vida la puerta de cristal estilo modernista. La encarnación tiene cada cosa.
En el pasillo, con discoteca y plaza municipal de abastos incorporada, los aseos tiene clave de apertura, y ya imaginaran donde viene a evacuar el turismo oriental.
Imagen relacionada De no estar la puerta, la de doble hoja, esa que esta raptada y escondida fuera de la vista en algún lugar anexo, de disponer su búsqueda, como a los responsables, Monteisirin dixit,  lo mismo allí,  en la barreduela que por suerte retiraron uno de esos bultos hemorroides, hubiera sido ocupado por la diosa Ceres, que por cierto  sigue secuestrada después del rapto con trimax, que es el medio en el que la transportaron,  después del secuestro cuando estaba tras la uralita.
 La leyenda dice que el sabio profesor la encontró en una escombrera, por el contrario todo su conocimiento no supo aplicar el tratamiento restaurador para una obra de esa calidad, y nadie sabe quien la pido llevar a cabo.
Es el consistorio, tendría que ser el consistorio, el adalid salvador que  rescatara la diosa de la Encarnacion y devolverla a su sitio. Pero ya cabe pensar que si no existe voluntad de cumplir una Ley, la Ley de ACCESIBILIDAD, para exigir una puerta automática, así pues, todo  será como el rapto de Europa, y en esas esperamos al toro que se la eche  a los lomos, lo mismo la coloca en la puerta…..digo.
Sevilla a 8 de Junio de 2017

Francisco Rodríguez Estévez

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