Una vez más
Coincidiendo con la festividad del patrono Rey Fernando,
conquistador y santo, un año mas mi coche, mi viejo coche, se ha portado como
un campeón superando el maltrato que sufre cada vez que le llevo a la inspección
técnica, que mas parece que me lo quieran descuajaringar, pues en los treinta y
cuatro años que llevamos juntos nunca se me hubiera ocurrido darle esos jalones
para ponerle a prueba, dura prueba, que
una vez mas ha superado.
Es cierto que en los primeros veinticinco años acaso por su
calidad, y es que cuando un coche sale bueno, apenas si tuvo pequeñas
reparaciones, y en estos nueve últimos
solo le dedico lo mínimo en atención, por lo que aun tiene mayor merito.
Posiblemente por esto creo que debo de indultarlo y por mucho que me ofrezcan
en los planes para cambiarlo no resistiría dejar de montar en este fiel
compañero de viajes.
Treinta y cuatro años, que se han pasado volando, y en la
provisionalidad fueron treinta y ocho,
ahora es cuando cobra sentido aquello de que veinte años no es nada.
En el laberinto de lo de la Encarnación , parece
que fue ayer, cuando acordonada por la policía, local y nacional, y cercada por
las fuerzas civiles en protesta por el despilfarro llevado a cabo, no tuvo otra
el doctor, visto el panorama, que pasar a paso de mudá, entrando por la puerta
falsa, de una fachada de decorado, y salir por los bajos, casi de espantada, en
coche de luna tintada.
Pues de toda esta efeméride pasada la Esperanza , hace mas de
tres años, los mismos que el nuevo Alcalde ha tenido para venir a esto de lo de
la Encarnación
que llaman plaza municipal de abastos, en una sola ocasión, mas que suficiente para in situ verificar lo
de la puerta.
Si cuando era candidato, “lo de la puerta tenemos que
verlo”, y si en el primer año “¿pero, como?, en el segundo fue “SI, pero no,”
para mi mayor sorpresa, en este, la situación era, después de “encontrarse en vía
de solución”, de tensa espera y poco mas
me podría confortar que de su palabra
brotara la invitación para “la próxima semana, te llamo y mas tranquilo, en mi
despacho tomando un cafelito, y lo tratamos”.
Cierto es que ha
pasado el tiempo, volando, y otras cosas, pues entre la Feria , los actos del
partido, y el triunfo del Sevilla, las votaciones, junto a los actos de la Esperanza , no creo que
la apretada agenda le haya dejado un resquicio para tratar algo que para mi es
de la mayor importancia.
Ahora, que si la carreterita para el centro comercial, lo
del puente para el gnomon que marca las horas del ocaso, el delfinario, y la
preparación de la campaña de la precampaña, (que es cuando cabe que entre lo de
la puerta) pues una vez mas lo del puente, como que no es cosa de irse en este
con el partido de la
Selección , la cruz de Mayo de Pumarejo, y la Velá de Retiro Obrero, y como
por el de la Encarnación
no se puede pasar para contemplar la vista socializada al completo, y por mas
que se tenga que construir uno como premio a la estupidez de una empresa
bancaria, lo evidente es que como no instalen la puerta pronto, esto tiene ya
mu mala carita. Como diría Vicedo y
Salustio, “Buenas tardes, Señor Alcalde”, mi café que sea descafeinado de
maquina. ¡Ya le cuento!
Sevilla a 30 de Mayo de 2014
Francisco Rodríguez Estévez