martes, 31 de marzo de 2009

LA INSOPORTABLE PALABRA.





8 de Mayo de 2.005 ------------------------------------------- LO QUE VEREMOS EN 2.007
Comienzan las obras de MetroPol Parasol con la ejecución de la cimentación.

LA FUTURA ENCARNACIÓN RESPONDERÁ A LA NECESIDAD DE UN GRAN SITIO URBANO DE REUNIÓN Y USOS MÚLTIPLES EN EL CENTRO HISTÓRICO DE SEVILLA

Se incluirá la estación subterranea de la línea 2 del metro y la parada de la línea T2 del tranvía. El coste total será de mas de 65 millones de €


El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha realizado la primera visita de seguimiento de las obras de construcción de la futura Plaza de la Encarnación, una actuación singular de rehabilitación y revitalización del conjunto histórico de Sevilla en la que ya se está trabajando y que sin duda marcará un antes y un después en la historia urbana de la ciudad.
La Encarnación constituye un espacio central y emblemático de la ciudad de Sevilla. El solar de la Plaza de la Encarnación recoge en su interior no sólo buena parte de nuestra historia milenaria, sino también la historia más reciente de los últimos decenios de Sevilla y de las distintas maneras de entender nuestra ciudad. Este enclave constituye el mayor espacio libre del Casco Histórico, además de un sitio arqueológico de primer orden, al albergar importantes restos de la Sevilla almohade y romana. Su derribo es reflejo de una época. Los numerosos años sin acción también reflejan otra, en que la ciudad miraba más a los grandes proyectos que la estaban transformando que a las cuestiones pendientes en su casco histórico.
El diseño urbanístico seleccionado, denominado Metropol Parasol, y elaborado por el estudio del arquitecto alemán Jürgen Mayer, es muy original. El proyecto tiene como meta el desarrollo de todo el potencial de la Plaza de la Encarnación y su transformación en un espacio urbano emblemático de prestigio y alcance internacional que soportará una gran variedad de actividades turísticas, culturales y comerciales, y también de recreación y de encuentro con el patrimonio histórico.
Incorpora al proyecto una gigantesca bóveda artificial que se alzará sobre la futura Plaza de la Encarnación, convirtiendo ésta en uno de los hitos urbanísticos y arquitectónicos más importantes de la ciudad.
El proyecto sitúa el mercado de abastos en una galería comercial que permitirá comunicar los puntos cardinales de la plaza; se distribuirá en un total de 4.790 metros cuadrados de superficie y tendrá un área de ventas compuesta por 40 módulos, zona de carga y descarga, áreas de administración, vestuarios y aseos, almacenaje y extracción de basuras, cámaras frigoríficas independientes y espacios para almacenes e instalaciones, además de una zona comercial complementaria de 1.038 metros cuadrados.
Incorpora además un museo arqueológico que albergará los restos almohades y romanos. Ocupará 6.716 metros cuadrados de superficie, y en él se plantea la cuestión del pasado, de la identidad, y sobre todo del futuro de la ciudad. Será un lugar privilegiado para el desarrollo de actividades culturales y expositivas.
Sobre ambos espacios –el mercado y el museo- se proyecta una plaza elevada de 6.180 metros cuadrados de superficie, con fuentes de agua y vegetación, a la que se accederá a través de un sistema de escaleras y rampas que funcionarán como activadores de la vida en la calle. Éstas son lo suficientemente amplias como para definir la plaza como un espacio público de 2.500 metros cuadrados, fácilmente adaptable para realizar actividades urbanas y representaciones culturales como cine, teatro, conciertos, actividades comerciales, presentaciones de productos (coches, moda, etc.), además de actividades deportivas, que destacarán el papel de la plaza como un sitio principal de comunicación e interacción de Sevilla.
Sobre estos tres elementos, se alzará el gran “parasol”, que podrá estar recubierto con vegetación para permitir crear una especie de microclima que convierta la Encarnación en un lugar fresco y sombreado. El parasol representa el elemento arquitectónico principal, el icono que confiere a la Plaza de la Encarnación entera una nueva identidad contemporánea creada a partir de la transformación y la combinación de una manera nueva de importantes referencias del pasado de la ciudad. Se desarrollará como centro de la vida pública en el corazón de Sevilla, como un motor de la economía y de la cultura. El Parasol crece desde las excavaciones históricas, definiendo una relación única entre lo histórico y lo contemporáneo. Está concebida como una estructura ligera metálica que dará valiosa sombra durante el día, creando un microclima agradable y un lugar para relajarse. Se sitúan de
manera que deja entrar la luz durante la puesta del sol. El acceso a una plataforma en tres de los parasoles por un ascensor y dos escaleras ofrece al visitante un mirador y un restaurante de 585 metros cuadrados, con una buena vista de la ciudad y sus monumentos. Sevilla recibe anualmente más de 1.933.000 de visitantes (solo los Reales Alcázares recibieron 1.200.000 visitas en el año 2004). La inmensa mayoría de éstos es previsible que visiten este mirador.
En definitiva, ya han dado comienzo un conjunto de actuaciones de renovación urbana capaces de alentar la presencia de nuevos usos en el Centro Histórico, poner en valor de la actividad comercial que se ha venido desarrollando en esta plaza desde la implantación del mercado de abastos, expandir hacia el norte los usos terciarios y turísticos que actualmente se desarrollan en el sur del casco histórico de la ciudad, aplicar los nuevos criterios de movilidad y ordenación del transporte público a lo largo del eje Puerta Osario-Campana, resolver la conexión de la plaza al metrocentro, que prevé una estación en La Encarnación, e incorporar como museo los restos arqueológicos del subsuelo, evitando su segregación respecto de los usos previstos.
En esta primera fase, cuyo presupuesto asciende a 5 millones de euros, se contempla la ejecución de la cimentación de la obra completa. También se desarrollan los últimos trabajos de investigación, y de protección de los elementos arqueológicos.
En paralelo, avanzan los trabajos de redacción del proyecto básico. El próximo 15 de mayo se recibirá en la Gerencia de Urbanismo el documento que servirá de base para la licitación del Concurso para la adjudicación de las obras de construcción y equipamiento de la Plaza de la Encarnación. El proyecto básico es un desarrollo fiel en los conceptos, de la idea ganadora del Concurso. Incorpora la nueva investigación arqueológica, optimiza los objetivos de renovación urbana adecuándose a las ultimas propuestas de movilidad – metrocentro - y localiza los distintos usos después de conocer con detalle las necesidades de habitantes y visitantes. Se ejecutará a su vez en dos fases, la primera, en la que se construirá el mercado, y la segunda, en la que emergerán los parasoles.

-------------------------------------------------------------------------- CUATRO AÑOS DESPUES, ABRIL 2.009------------------------------------------------------------

jueves, 26 de marzo de 2009

En la callada, un recuerdo

Memoria

Algunos lo recordaran, pero muchos mas, ni siquiera saben que, donde aquello que llaman setas, y veremos en que acaba, estuvo el mercado principal de esta ciudad. Se derribó para construir un nuevo mercado, y una mínima parte de los vendedores, aun lo esperan arrinconados en la provisionalidad.
Durante muchos años lo de la Encarnación convertida en solar, no parecía avergonzar a los munícipes, es más, parecía algo natural que aquello convertido en “belchite” estuviera allí, en pleno centro, y solo cabía esperar que, algún día, empezara a construirse la plaza de abastos. Lo que no se sabia es lo difícil que resulta ser construir aquí una plaza de abastos, a tenor de los múltiples proyectos, pero al menos, quedó claro que este de “las setas” hizo buenos a todos anteriores.
Antes que apareciera este polietapico y emblematico engendro arquitectónico, el solar, convertido en multiuso, fue campo de fútbol, auditorio de mítines políticos, calle del infierno, e incluso acogió tómbolas benéficas. Luego aparcamiento, y regulador de los autobuses en espera, hasta que convertido en campo de excavación, nos apareció la Hispalis, y tras abandonarse esta, la flora creció al punto de que muchos creían que aquello era un vivero, entonces aparecieron los gatos, gatos por doquier, y tambien, acomodó a la indigencia.
El magnifico solar, rodeado de acacias y delimitado por chapas de alquiler, ofrecía sombra y acerado al caminante, y aparcamiento, en cordón, en todo su perímetro. Sin ecologistas del verde que te quiero verde, la tala se cobró las primeras victimas, y de paso, los alcorques y su alineación. Sin recuerdo, no hay memoria, sin memoria, nada existió.
Por si lo olvidaron, aquello era un solar destinado a plaza de abastos en el que además de reintegrar a los vendedores el espacio que les fuera arrebatado, por los de entonces, que tuviera por la singularidad del edificio, moderno y amable, la capacidad por si mismo de mantener no solo el tradicional sistema comercial, tal como en Barcelona, la “Boqueria”, que fuera capaz de revitalizar la zona que, por la demolición del viejo mercado, se vio afectada seriamente.
Es cierto que puede gustar, o no, pero esto de “las setas”, aplaudidas, vitoreadas, laureadas, premiadas, y todo lo que haga falta, por los mismos, no ha dejado de ser la puerta, puerto, plaza, mercado, estación y aeropuerto, para que nos quede bien claro que cualquier ocurrencia ¡Ay, Alameda! que se propongan, se hace. Puede tardar más, o puede tardar menos, pero solo las ocurrencias que se empiezan son las que se acaban.
Se talaron las acacias, pero se cubrirán de sombras la arboleda que queda. Se restringe la circulación y se eliminan aparcamientos, mientras el prometido metro, junto al metro centro desaparecen de la Encarnación. El aparcar se va acabar, cuando antes se firmaba y rubricaba el gran aparcamiento, nada menos que de cinco plantas, con capacidad para 500 vehículos. Se protegerá la historia, y con la mas invasivas de las cimentaciones posible se destruye mucha de la que estuvo guardada en sus entrañas, acaso la mas valiosa de esta ciudad, por su extensión, llenaron las escombreras.
Escaleras para subir, y la rampa, a ninguna parte. Una azotea para los eventos, botellodromo para la juventud. Pásalo.
En zona saturada de bares y ruidos, 500 comensales aguardan, como los indigentes su techo. Mirador del miedo, ascensor de pago. Barrenderos en la madrugada recogerán los estragos de la movida, y en las noches estivales, la malta, la cebada, la cola y otros aditivos acumulados en los henchidos depósitos, formaran con la evacuación irremisible, cascadas por los escalones. ¡Que idea!
Una calle de nueva creación, competirá con las que cierran sus comercios. Y el mercado. Pequeño espacio. Pobre, Encarnación, la ridiculez, donde tanta largueza. El absurdo se apodera de la distribución del espacio asignado, el recorrido, lleno de columnas, se agosta con paredes de cristal y crea la descompensación en un viario desierto. ¡Reglamentos, y normas, para que os quiero! Y encima de todo, no, no son las fotovoltaicas, ni la sostenibilidad, ni la demora, ni las cámaras “On line” que cuelgan de las enormes grúas sobrevolando la Anunciacion, para anunciar lo de la Encarnación, encima de todo está el silencio. Ese silencio de la permisividad, del otorgamiento. El silencio de los placeros.
Sevilla a 25 de Marzo de 2009
(Día de la Encarnación) Hágase en mí según tu palabra
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 24 de marzo de 2009

El miedo

Novedades en lo de la Encarnación

Señoras y señores, pasen y vean. Con el énfasis propio de barraca de feria, la invitación les conducirá al verdadero espectáculo. En el interior, el horror aparece en el cartel que se muestra, como una verdadera “parada de los monstruos”.
Cuarenta paradas, o puestos, antes dedalitos, ahora daditos, unidades agrupadas de cuatro en cuatro, como manojitos de utópicas esquinas, desaprovechando los espacios, en claro ejemplo de lo anticomercial.
Nadie diría, al ver aquello, que semejante cosa pudiera tratarse de “un sueño”. Pasen, pasen y vean, no se lo pierdan, por que el papel en sí, es todo un espectáculo.
Pocas, al no poder decir ninguna, pues con esta han sido dos, las ocasiones en las que se le presenta al publico, ávidos de novedades, tener la ocasión de comprobar en vivo y en directo, nada menos que el futuro mercado. Miedo dará conocerlo.
36 años de provisionalidad, para…. ¿esto? La transfiguración de la Encarnación, en caprichosas setas, no tiene comparación con lo que se pretende realizar con su plaza de abastos.
Si tanto lo de Marmadé, como lo de Curtis, que en tribunas internacionales se atrevieron a calificar lo de las setas, como “eso” que aquí es publico y notorio, pero que, salvo honrosas excepciones, nadie se atreve a manifestarlo abiertamente, lo del plano de planta del mercado que se expone, (acaso como escarnio), en uno de los muchos puestos cerrados del bidonville, en lugar de aparecer el grito del espanto, solo hace que se escuche el silencio, y espontáneamente, de vez en cuando, alguna risa.
Pero, pasen y vean, y comprobaran que aquello, denunciado por tan prestigiosos especialistas, no es nada, en cuanto contemplen el plano de planta, planta carnívora, que se traga de un plumazo los olvidos y los olvidados, las normas y los reglamentos, sin que ningún filtro oficial le detecte la hambruna.
Entren en la provisionalidad eterna, y tendrán la oportunidad de ver lo que se ve. Futuro negro, e incluso mezquino, maquinado en algún lugar en el que las ideas se gestan en la oscura sombra. Pasen, y compartan en el silencio con los vendedores esta ocasión en la que podrán ver algo sobre el espectáculo que les estan preparando. A falta de metro centro, y del metro la estación, botellón en plaza alta, y en lo alto el mirador, el antiquariun en los bajos, y el mercado, ¡sabe Dios!
Pero no teman, no hay prisa, pues con la demora que puede apreciarse, y la que se producirá, la cosa no estará finalizada ni por fases, ni antes de fin de año. Ni en turno sencillo, ni con doble turno
Acaso para la próxima primavera, si se resuelve lo de la madera. Para el verano si el dinero se pone en la mano. Si pagan las deshoras, para cuando caigan las hojas. Si cumplen con la sostenibilidad, será después de Navidad, si acaso en el año 2011 se pueda inaugurar, por ser año electoral.
Sevilla a 24 de Marzo de 2009-
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 19 de marzo de 2009

Encarnacion, un paso(de misterio)

Un paso

Aquello parecía que era un gran paso, pero el tiempo se encargó de convertirlo en madrugada de auroros, faroles aparte.
La Encarnación sigue con su punto del ritual que,como toda primavera, le llega con los “idus”. De nuevo, en marzo, tal tiempo como cuando se expuso la maqueta en la carnicería, y quedó depositada entre los granates reposteros para la masiva contemplación de los fieles, al igual que este, tambien eran tiempos de quinarios.
Apenas si quedó nadie, aquella vez, sin hincarle la uña del incrédulo índice, hasta que una pelea de “feles” acabó con todo lo montado, tal como una premonición, y derribaron a zarpazos los champiñones, entonces metálicos, de la epatante cubierta del polietapico proyecto.
Ahora, en vísperas, siendo la festividad de San José, que era carpintero, y que la madera se encuentra en igual estado que la dejaron los del pegamento a nada de enterarse que lo de la reseción era crisis, aun se espera el milagro, pero todos sabemos que lo de la Encarnación de siempre fue misterio.
Con todo el retraso del mundo en el regreso, un paso mas. En la provisionalidad eterna han colocado en esta ocasión un gran plano de planta, que mas recuerda a la amorfophalus que a una ameba, de lo que se le ha ocurrido a su creador. Ni que decir tiene que aun suenan los aplausos y bendiciones que, tal cosa, recibió de los “fieles”.
En este tiempo de reflexión, de preparación, allí, bajo las provisionales chapas del abandono, quedó colocado, como un cartel for rent, un estandarte de ocasión, en uno de los muchos puestos cerrados. La “cosa” ha sido colocada para exposición pública. Si no fuera por lo serio que es el asunto, ver aquello es de pura risa.
Con el voto del “silencio”, la procesión ira por dentro, y recogidos en la oración, los hermanos de “cruz” guardan la apretada formación. El lento paso de la vuelta delata que todos saben que cuando entren en el “templo”, todo se acaba.
Sevilla 19 de Marzo de 2009
Francisco Rodríguez Estevez

lunes, 16 de marzo de 2009

Los dias contados

Bellavista

Obligados por la expropiación, se fueron, o los echaron, el caso es que un grupo de vendedores llegaron a Bellavista buscando el futuro que se les había negado, ante la falta de espacio para todos, en el nuevo mercado de la Encarnación.
El mercado de Bellavista abandona definitivamente la provisionalidad después de 36 años, que es demasiado tiempo para todo. La mitad de los vendedores ocuparan el nuevo espacio, pues solo lo alcanzaron una veintena de supervivientes, de los 40 que abandonaron el viejo mercado.
20 vendedores, 20, que fueron sustituyeron a los originarios, pues ninguno de estos, llegó a conocer aquel mercado que, dividido, tenía su fuerza debilitada.
Una histórica deuda, que hoy se salda su principal, sin intereses, ni penalizaciones. Se diría que hasta con cierta alegría, la reciben, como cancelación, estos veinte vendedores, sustitutos de aquellos que merecieron recibirla en tiempo y forma.
La insoportable demora puso fin, y si acaso, el dolor del recuerdo hace pensar que, al menos, este que abre sus puertas con jubilo de esperanza, pueda alcanzar a cumplir tantos años como aquel provisional que los acogió durante tanto tiempo, a pesar de que arranca con no poca debilidad en su propia naturaleza. El exiguo numero de comerciantes, lejanos a los que deben de componer un mercado, alcanzarían un mejor rendimiento en una estructura distinta, y con otra estrategia comercial, algo impensable por la disposición personalista de los vendedores de mercado, pero para saberlo solo será cuestión de tiempo, que ya vendrán los duros momentos cuando acabe la novelería.
En lo de las “setas” se avista el mismo panorama. El mercado central de la ciudad, no dejará de ser un nimio lugar para fenecer comercialmente, después de la agónica resistencia por sobrevivir bajo las chapas. Con menos de la mitad de los vendedores, el numero de cuarenta se hace ridículo para que resulte atractivo y competitivo, menos llegarlo a comparar con el de “la Boqueria” de Barcelona, cuando se toma esta ciudad como referente.
Se le puso final a la provisionalidad de Bellavista, mientras en la de la Encarnación aun se estan contando los días que faltan, pues bajo las setas, los días estarán contados.
Sevilla a 16 de Marzo de 2009
(35 años, 5 meses, y 15 días)
En la provisionalidad
Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 13 de marzo de 2009

Desinformativamente

La desinformación

Seguro que si esta no se hubiera producido, hasta es posible que se entendiera algo. No solo existió desinformación, que es carente de toda información cierta, como en lo de Santa Clara, donde además faltó decisión política de acometer la idea, y por supuesto el dinero.
Decepciona comprobar que, en este punto “seta” en el que aquello se encuentra, muchas personas de esta ciudad estén tan desinformadas en este asunto de lo de la Encarnación. Se diría que es lastimoso cuando aun creen, que lo que allí se está “haciendo” es un gran aparcamiento, y un no menos magnifico mercado. Incluso algunas de estas personas afirman con rotundidez, por que se lo ha dicho no se sabe quien de importante, que debajo de la plaza de abastos se está construyendo la estación del metro.
Difícilmente se les puede sacar de su convicción, pues por la cantidad de versiones, de declaraciones y de afirmaciones que de aquello se ha dado, resulta lógico que la desinformación exista.
Pocas cosas en esta ciudad tuvieron mas información que este desinformado asunto de lo de la Encarnación, pues con tantos proyectos, tantos inicio de obras, dos piedras, ¿O, eran cuatro?, una rampa, no se cuantas fases, lo de la seguridad, tantos modificados, tantos parones, tantos cambios, tantos retrasos, tantos olvidos, tanto costo, tantas inauguraciones, y encima lo de la crisis, que no es de extrañar que las personas estén desinformadas, ¿Quién las desinformara?, el desinformador que las desinforma, buen desinformador, será.
Sevilla a 13 de marzo de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 11 de marzo de 2009

¡Esa puerta!

La puerta abierta

Mas que puerta, puerto, plaza, mercado, estación, y aeropuerto, a lo de la Encarnación, esa de la nueva encarnadura, dura, dura, la convirtieron en la llave maestra que permite abrir todas las puertas para que, incluso lo que nunca debería de entrar, pueda colarse.
Como semejante ocurrencia solo cabía en la rompedora y zarandeante creatividad de la vanguardia, jamas se hubiera gestado semejante cosa, por inimaginable, ¡vamos!, ni por asomo, si la tontería hubiera venido al contrario.
Es sabido, que como los hongos crecer en el estiércol putrefacto, a lo de las “setas”, por la desmesura que alcanza, no cabe duda que se nutre del más podrido escíbalo.
Puede ser que su función escatológica, en este caso, sea tan clara como su significado: “el estudio de las creencias sobre la meta definitiva del curso histórico de la humanidad y sus individuos”. Pura mierda.
Acaso, con la cloaca abierta, con la dilatación de los champiñones, con el retraso de la evacuación ciudadana, por el agujero, con la copula cepillandose el jardín, y con otras acciones de números, en rojo, mas propias del Kama, por aquello del colchón y la farfolla, de la lana y la panocha, del chozo y la superturris, la erótica del poder puede colocarnos en el oriente, el pepino, el puerro, el nabo, y lo que quieran, pero solo por que son de vanguardia, que si fueran lo contrario, en seguía.
Sevilla a 11 de Marzo de 2009
Presentación de la comisión ciudadana del Patrimonio
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 10 de marzo de 2009

Sin novedad

La batalla

Teniendo apostada a la retaguardia en los silencios, esperando la orden de asonar, la vanguardia emite su parte de guerra. ¡Sin novedad!
Nada puede ocurrir en el tedio. La insoportable espera tampoco anima al combate en la madre de todas las batallas, por lo que a falta de lucha solo cabe resistir. La desigualdad de las fuerzas establece que estas no se midan en el campo, y se tenga que librar todo en los frentes de lo absurdo, pues la alianza de la paranoia caprichosa, con la laxa conducta que hace a los propios, enemigos de si mismo, aconseja evitarle el cuerpo a cuerpo, y utilizar la estrategia del psicoanálisis, por si caen en la cuenta, y cesan en la orquestada agresión que tanta desolación crean mientras que se autodestruyen.
Hasta aquí el texto extraído de la novela “El mercado persa” de Frank P. Zetves, basado en los cuentos de “Iran, for return”, recopilados de la operación volver a empezar, que siempre quedaran batallas..
Pero tomando otra hoja de ruta que, en el devenir de la suerte, “iran” por lo de la Encarnación, mercado al que le alcanzaron los morteros, que fue solar, aparcamiento, yacimiento, y por aquello del puerta, puerto, plaza, estación, mercado y aeropuerto, lugar de nueva encarnadura, nudo de intercomunicación, icono de vanguardia, zarandeante idea, polietapica y epatante, e incluso mercado emblematico. Proyecto demorado, retrasado, e irremisiblemente penalizado. Con seguridad ante las prisas, y olvido en la sostenibilidad, todo parece que no encuentra novedades relevantes.
¡Sin novedad!, Sin novedad sigue el proceso iniciado, y sin novedad, continúa el insoportable retraso. Después de dada la “instrucción”, la “contraorden” emitida viene a anular la operación prevista de las fases, como luna de mil y una noche. Bagdad café.
Cuando la “instrucción” fue invalidada, se pudo intuir la llegada inmediata de las fuerzas alemanas, pero a pesar de la contundencia manifestada, una nueva demora incrementa la penalización, y algo más que engrudo se necesitará para pegar aquello. Sin novedad, en lo de los paneles solares .Los refuerzos están por llegar

sábado, 7 de marzo de 2009

Palabras en cuarentena

A falta de instalación

Desde hace mucho tiempo, ¿se acuerdan de lo del mimo?, pues, de mucho antes ¿recuerdan lo de emblematico?, pues incluso con anterioridad, todo lo que se pudiera decir de la Encarnación queda puesto en cuarentena, ancho alojamiento donde muy pocas, por no decir ninguna, superan este periodo de cautela en la dejan de ser meras intenciones, que generalmente se olvidan, para acabar instaladas en el olvido con toda comodidad. ¿Instaladas?
Por esta vez no son las fotovoltaicas que siguen sin saberse nada de su instalación, se trata de algo más reciente. ¿Les viene a la memoria lo de las cámaras de televisión?, efectivamente, esas que nos permitiría, sin salir de casa, observar los avances que en lo de las setas se iran produciendo gracias al esfuerzo de los operarios que en doble turno, se afanaran, con todos los medios posibles, para que aquello pueda acabarse según lo marcado en la nueva cronometrica, a ser posible, para la primavera de 2010.
De momento, no se consiguen las imágenes. Acaso estan de prueba, y este periodo hace parecer que las cámaras no funcionan, cuando todo intento de conexión resulta inútil. A través de la alambrada no se consigue ver, aparte de un mínimo aumento trasiego en los operarios, donde pudieron quedar colocadas, por lo cual es más que probable que estas aun no estén instaladas.
Se sabe que una cuarentena es tiempo suficiente para aislar a los infecciosos, e incluso para que suelde un peroné, pero no queda claro que sea tiempo suficiente para colocar en la Encarnación la banda ancha, y por tal motivo nos quedaremos sin ver, desde el sofá, como se estan montando lo de las “setas”.
Desde lo de las cámaras, algo está cambiando. Si aciertan a pasar por lo de la Encarnación se darán cuenta de que por fin, la enorme escalera, esa que saca fuera de los limites a la seta numero uno, la que invade la plaza de Regina achicando su alienación de toda la vida, efectivamente, esa que parece que le subsanaron todos los errores cometidos en su construcción, la que suprimieron varios escalones para hacerle descansillos, la que se ha tardado un año en concluir, pues bien a esa escalera situada en la parte norte, con la aceleración de los turnos, hace tres semanas que la asfaltaron con el impermeabilizante especial que evitará a la cascada de orines de la fiebre del sábado noche que se cuele hasta el mercado, como si fuera pepino, por lo cual ha quedando tan oscura, que luce un luto premonitorio de lo negra que se está poniendo la cosa.
Sevilla a 6 de Marzo de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 3 de marzo de 2009

Sin principios,todo acaba

Todo tiene su fin

Con recuerdos de Alameda, ¡Ay, Encarnación!, todo tiene su fin. Cuando algo empieza lo logico es que acabe, si mal, como lo de la Encarnación, ¡Ay, Alameda!, con la incertidumbre de un imprevisible final, fuera de todo plazo, peor, que resultara su inicio inevitable.
Con semejante ocurrencia, lo evidente resultaba claro, a partir de la Encarnación, puerta, puerto, plaza, mercado, estación y aeropuerto, era impepinable que se podría comenzar cualquier cosa.
El dilema está en el incierto final del pepino, pues lo mismo puede acabar en el gazpacho, repitiéndose con lo eructos, que finamente laminado como mascara facial de alguna cara.
Vistas y sabidas, las propiedades, pueden ser aplicadas tanto como alimento, como en cosmética. Dualidad a la carta que encaja pepino con destino, Málaga, o Sevilla. Un caro pepino al que se destina 311 millones para el encaje de bolillos financiero.
Sin embargo mi diccionario dice que pepino es cosa sin valor. Verbigracia: “Me importa un pepino”.
Pero no quiere decir que sea pobre, pues pertenece a la familia de los “Cucumis”, a pesar de que no tiene consaguinidad con el cuco, que es pájaro, ni con el reloj, que es de pared, como tampoco tiene nada que ver setas con pepino, aunque suenan lo mismo cuando llegan las horas.
Pero lo peor de la “pepónide” está en que se repite demasiado. Venenosos, no son, pero pueden llegar a producir diarreas algunas variedades.
El “Gran pepo”, por indigerible, tiene que servirse “cocido”. El cocido de pepo, dice que quitara mucha hambre. Pan para hoy, sin que preocupe el de mañana, que cuando mañana salga el sol, las setas mostraran las sombras. ¡Cuanta verdura!
El pepo, es pepino, la sandia, pepon. Cuanto se aprende con el diccionario. Dice que penuria es la falta de cosas que son precisas.
Ahora se trata de aplicar sus enseñanzas para encontrar la explicación, si con la penuria que existe al escasear tantas cosas que son precisas, (se diría que mas precisas que setas y pepino), estas no disponen financiación para solucionarlas. Pero como todo tiene su fin, a lo peor, la respuesta sin convicción sea, que no hay dinero.
Sevilla a 3 de Marzo de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 1 de marzo de 2009

Cuestion de tamaño

De 12 a 21
Es lo que hay. La muy callada, moderna como ninguna, con la velocidad del vértigo acepta la palabra del simpático senil para hacerla dogma. Si malo fue reírle las gracias micologicas de kindergarten, con pino finlandés por el cambio llevado a cabo, que se le ocurrió al atrevido joven, como zarandeante idea, para que pudiera abrir las puertas, puerto, estación, plaza, mercado y aeropuerto a lo que viniera, con tal de entrar en el futuro, que no será, cuando el anciano, prendido por sus encantos, viendo que tiene la rendija abierta, coloque allí mismito, su pepino. Vetusto coito.
Aunque le duela, ella hace como que lo ignora todo, cuando pone en práctica esos sepulcrales silencios en los que acostumbra a caer por exinanición, no en vano, la callada mariana, la muy leal, de siempre fue novelera. ¿Setas, o pepino?
Curiosa, atrevida y siempre jovial permanece, gracias al tratamiento base de baba del caracol que cada día le abastecen los que embobados por su belleza suben las rampas hasta su cielo, para verla en su integridad, sin necesidad de una mayor elevación en la que se perderían los detalles.
Pero para detalle de modernidad, punto aparte lo de la Encarnación (que lo de las setas es vanguardia), y lo de la Alameda carnaval, ¡Ay, lo que hay!.
Por eso sea que la callada necesite un altavoz, y no un logopeda. Detenida en el tiempo de azahares, a la siempre muy impúber quieren hacerle madurar a toda prisa el amargor de las naranjas de su huerto con el injerto del a-vi(n)agrado “pepo”, introduciendo semejante cosa, en el punto negro de los atascos, por la entrada del poniente.
Sevilla a 28 de Febrero de 2009
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