miércoles, 30 de noviembre de 2011

Todo puede cambiar

Otro final

De nada sirvieron los planes, salvo que fueran de pensiones, pues, entre la vaca loca, y la loca crisis, me jodieron una previsible jubilación. Otro final.
Muchos años cotizando, y resulta que no son suficientes, pues, como autónomo, hacen faltan mas años, como mínimo treinta y cinco, toda una vida, y lo que queda en la cuenta que me han hecho es una miseria que no cubre el costo vital.
Ni por asomo esta jubilación me alcanzaría para cubrir los gastos que genera vivir como cartujo, sin contar el que supone la alimentación, junto con el ordinario de la casa, y el que se origina mínimamente en lo personal.
La crisis ha desencadenado justo en el momento mas critico de mi vida, en el esperaba obtener unos importantes ingresos por desprenderme del remozado negocio, y después de esperar en la provisionalidad tantos años, pero ahora resulta que no encuentro a nadie que le interese. Otro final,
No me queda otra que seguir en eso que llaman mercado, en lo de la Encarnación, un lugar de diseño tan anticomercial que cerraron tres puestos en menos de diez meses, y donde ineludiblemente si no se quiere engrosar la cuenta con el mismo final que los antecesores, se tendrá que esperar a que pase la crisis para que, algunos de los varios vendedores que superan los trece lustros, puedan traspasar de urgencias a como de lugar, y lastimosamente aquello de lo que un día fueron sus propietarios y que por la gestion de modernidad del doctor Sanchez, en la actualidad, son meros subarrendatarios. El caso es que de momento no me podría jubilar.
Persistiré una y otra vez para que algún responsable caiga en la cuenta de la importancia que puede tener no cerrar mas puestos para el mercado, y las ventajas de abrir la puerta justo en el lugar donde cada día entran buscándola muchísimas personas, pero que no existe.
Dicen que ahora en la constructora-adjudicataria-concesionaria lo mismo están estudiando la reiterada petición, y quien sabe si para el aniversario nos encontramos con la inauguración de la puerta.
Seria el momento jubiloso, que lo mismo ni me importaría seguir en activo, mientras el cuerpo aguante, sin preocuparme que les ahorre la exigua paga que me corresponde durante el tiempo que sea a la tesorería de la seguridad social, para que incrementen sus activos, con su pan se lo coman. Seria otra final, ganada, como la Davis.
Con la puerta vendrán de inmediato las ventas, por el momento ausentes, y con las ventas los beneficios, y lo mismo cuando se vea que aquello es un buen negocio, seguro que no le faltaran empresas interesadas en implantarse en el icono de modernidad.
Como comprenderán, cuando acaba el dichoso mes, no es el momento, en especial cuando la puerta aun esta en estudio, y tantas cosas dependen de ella, que empiece otra vez a recordar todo lo que a simple vista se observa, y que por supuesto nada me importará que nadie las vea, y es que otro final se vislumbra si mirando la puerta de Poniente, hasta el tiempo se detiene, y lo mismo ni me jubilo.
Sevilla a 30 de noviembre de 2011
Francisco Rodriguez Estevez

lunes, 28 de noviembre de 2011

El arbol, (pasen y vean)

El reclamo

Se trata de una simple llamada de atención para que el publico, el escaso publico que transita por la calle que soy observador, observado, se sienta atraído en la observación del reclamo, y quien sabe, si encuentra la puerta, lo mismo accede al laberinto del mercado.
El reclamo no tiene efecto en aquellos que, una vez dentro, no tienen el acierto de pasar por la desierta calle a la que reclamo la puerta, y por lo tanto son incapaces de descubrirla, pues no perciben la llamada visual que la descomunal pieza hace a los que desde el exterior la vislumbra, aunque solo sea para capturar unas fotos con el móvil.
Pocas personas no tienen ya su móvil, en este caso como elemento de comunicación, como el reclamo, en otro seria motivo, y ahí, justo es otro sentido, que viene de sentimiento, y no del sentido corporal, ni el de las agujas del reloj, ni el de la marcha, ni por supuesto si aquello tuviera sentido.
El móvil telefónico tiene incorporado, en la mayoría de los casos, una cámara fotográfica que captura la instantánea, y allí se llevan la del reclamo, que naturalmente está realizado en papel, aunque hay quienes preguntan ingenuamente ¿Cuántas arrobas pesó el cochino?
A falta de puerta, pues está visto que la sombra de la irresponsabilidad es alargada, y cuando todos los indicadores me hacen sentir, que estos responsables al motivo aun lo encuentran insuficiente,y que posiblemente sea una escusa, un motivo, por la falta de liquidez, tanto en las arcas municipales, (que dicen las encontraron vacías) como por los otros motivos de la parte contratante, (que no serán económicos) de la adjudicataria, pues, no queda otra que, como que estando con los medios propios mas escasos si cabe, hacer la llamada del publico, un móvil para crear el interés en buscar la recondita puerta que le lleve hasta la estupenda propuesta que se realiza para estas fiestas,por medio del reclamo, con un “árbol” de jamones, recubierto de paletillas de Cortegana, a todos los efectos, una reivindicación de dominio del espacio, que hasta lo mismo me puede crear un conflicto de intenciones con el responsable, no de lo de la puerta, si no con el de mantenimiento, y entonces, sacaremos la cinta métrica, y comprobaremos in situ que el reclamo se encuentra dentro de los limites que cierra el lugar subarrendado, y por el que se pagan tasa municipales por metros de ocupación, y por servicios desconocidos, como la responsabilidad, y ya me dirán entonces a quien le solicito, después de once meses, que se tomen el interés responsable de darle al publico el mejor servicio, por mas que sea mixto municipal, mixto privado, que ambos cobran, al menos para acceder con facilidad, pero sigo preguntando ¿ a quien le reclamo?.
Sevilla a 28 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un año (fin del Acto I)

Todo tiene su fin

No acabo de entender que nada se haya hecho al respecto para mejorar la circulación por el laberinto que dispusieron en lo de la Encarnación, cuando ha quedado de manifiesto que es algo que a todas luces se hace necesario.
Espero que el fin no sea cerrar mas puestos, aunque camino se lleva cuando definitivamente cerraron tres y existen expectativas de que algunos más les secunden.
No tiene sentido, pero es que a los once meses de la inauguración, entre los responsables, hoy irresponsables, y los irresponsables, hoy responsables, junto con los responsables de la concesionaria adjudicataria, constructora irresponsable de un encargo imposible, hasta que lo modificaron para que también tuviera su fin, por cierto tan insostenible, pero que al menos sirviera como icono rosa,pero la irresponsabilidad, al fin y al cabo, les lleva a todos al mismo fin en la conclusion final.¿ A quien se le olvidó poner la puerta?
Y es que aunque parece acabado, le quedan repasar muchas deficiencias mejorables y que no se acometen, al parecer, por los costos que supone, pero fueron tantas las desviaciones que tuvo el irresponsable e insostenible proyecto, que de por si salio imposible, pero que nada importaba en sus costos con tal de ponerle fin, (haciéndolo posible).
Por cierto, que si se cuantificaran la cifras del montante economico que en estas se emplearon,las cantidades resultantes superarían a las que se generaron en las previstas penalizaciones por la irresponsable demora que se preveía cobrar,y que algún día, es posible que se tenga la cuenta en cuenta. Partida aparte, todo tiene su fin.
Efectivamente, la puerta de la fachada de Poniente, con seguridad se acabará abriendo, acaso mucho antes de cerrar la cuenta de lo gastado, aunque fuera irresponsablemente, y por supuesto sin que se acaben de realizar todas las modificaciones, mas bien reparaciones, que continuamente se llevan a cabo, por el momento, en las deficiencias que, salta a la vista, siguen apareciendo en el pavimento, barandas, escalones, y alcantarillado.
En lo de la puerta su fin, que también lo tiene, (como todo) no es otro que evitar que se sigan cerrando puestos, pero evitarla, acaso sea que dispusieron otro fin.

sábado, 26 de noviembre de 2011

El responsable

Por fin

Era una ilusión. Como por el momento solo me aparecen irresponsables, continuo estrechando el cerco para encontrar, no al responsable de que en lo de la Encarnación se dispusiera ese laberíntico diseño con sus aleatorias puertas, pues ese ya le tenemos localizado, en su casa.
No, al responsable que se busca, aun no he encontrado. Es el que tiene que paliar en la medida que le sea posible, tanto capricho surgido, mal por defecto, que mas parecen que fueran errores, está claro que autorizados por otros responsables, que también están en sus casas. Pero, por el momento, el responsable no me aparece.
Efectivamente aquello era una ilusión. Ni que decir tiene la cantidad de personas que han venido a felicitarme por “el logro” de la puerta. Nada mas lejos, tan solo fue una broma que apenas tuvo una duración de poco mas de una hora, hasta que llegó para retirarla, la autoridad que se mantiene en ello, por mas que fuera nombrada, (sin criterio, ni merito) nada menos que por la responsabilidad existente, ahora irresponsable, y que todos sabemos que se ha marchado. La misma que autorizaba verbalmente hasta todo lo que fuera menester, con tal de inaugurar pasada la Esperanza.
Fue una ilusión que surgió cuando, al no encontrar al responsable, para solicitarle la necesaria apertura de esta puerta, puerta inexistente que tanta hilaridad produce, en los limite del cachondeo en los foráneos, y un cierta guasa en los propios, risa en los provincianos, estupor en los capitalinos, y malestar en los usuarios del laberíntico mercado cuando, las personas de esta ciudad, en especial las mayores, cansadas de dar vueltas en el laberinto de su interior, para encontrar esa salida que no aparece, y que por lo general acaban mostrando su contrariedad, y algunas, no sabéis de que manera.
El caso es que en el cristal que espero que un día se abra con dos hojas, a ser posible con automatismo, para que con la sola presencia abra las puertas al mercado, y facilite la salida directa, y sin mas engorro, pues coloque un cartel en el que anunciaba la próxima apertura de la puerta, con una coletilla de cierta ironía, que decía “en cuanto acaben de estudiarlo”.
El caso es que han sido muchas las personas que me han venido a felicitar por mi perseverancia, creyendo lo del cartel, incluso dándome fecha de la inminente apertura, y yo sin encontrar al responsable, cuando menos para hacerle llegar estas felicitaciones, aunque, puesto a llevar, lo mismo le hago llegar todo lo que llevo escuchado, por mas que nunca fueron beneplácitos ni complacencias las dirigidas a la irresponsabilidad de los responsables, pero todos sabemos que están en sus casas.
Sevilla a 26 de Noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Para verle mejor

El emerito

Hacia varios días que no venia visitarme mi emerito cliente con el que de forma cordial y respetuosa divago sobre lo absurdo y lo abstracto, pero al final, siempre coincidimos en lo anárquico, y en lo patrimonial. Cierto es que las líneas rectas, y los ángulos de la cerámica le tienen secuestrado.
Hoy ha venido para, una vez mas, solidarizarse en la demanda de una puerta que coincidiendo con mi parecer, corrobora con su amplia experiencia en la arquitectura.
Por sus conocimientos profesionales es de las pocas personas que han advertido, cuantos defectos se perciben a simple vista, sin perjuicio de que ya saldrán los vicios ocultos como en todas las obras.
En su visita vuelve a insistir en la peste que alli hace y su posible origen. Llámese peste al singular olor que denominado como olor a seta, que esta entre Dinamarca y banco de Iglesia, se ha instalado en el llamado mercado para integrarse en mezcolanza junto al de las aguas que resuma el pescado para dejar de ser inodoras en los remansos de los desagües, el de los inodoros incapaces de expulsar con el débil shunt los que se depositan en sus tazas, los que produce la acumulación de lo invendible en carros rebosantes que bajo la gradota del Oeste empiezan a fermentar, y en especial, dice (por su experiencia en elementos constructivos) por los filtros del aire acondicionado, una vez que se impregnaron de toda la cacosmia que se produjo.
Me insta a que escriba sobre ello, y que también saque unas fotos y las envíe a los medios para denunciar el pavimento de granito que se colocó en la fachada Sur, y que a su juicio es de alta calidad pero que quedó tan mal colocado que apenas quedan algunas piezas completas.
Acabo pronto zanjando el asunto, pues le devuelvo el envite, y le invito a que sea quien es emerito en las artes de la construcción, el, que con su sabiduría pueda llevar a cabo la denuncia publica basada en su saber, se acabaron los discursos. Quedamos para el Lunes ir a ver el asunto del expolio de la fábrica de Vidrio de la Trinidad, donde las aguas volverán a su cauce, pues no llego la sangre al río.
Por el contrario, y es que a lo peor, me estaré acostumbrado al olor de lo de la Encarnación, pues como que solo lo percibo a oleadas, y ya no es de la forma continuada que antes me producía unas arqueadas como para abrir una puerta en el cristal que coincide con la travesía central. También, y esto a quintuplicado la fuerza como IU, ya que se puede observar sin dificultad que la sinuosa calle antes tenia una iluminación tan pobre como la que tiene el mercado amarillo en su interior, pues utilizaron las mismas lámparas y la misma distribución de estas a lo largo de su serpenteante trazado y ahora con la nueva luminosidad como que se ve todo mas claro.

Cada amanecer

Al alba

Camino de la Encarnacion

La escena que veo se viene repitiendo desde hace varios años, los mismos que llevo (por aquello de la guerra que al coche le empezaron) pasando por la puerta del palacio, y es que la cosa se puso tan mal para aparcar, que no me quedó mas remedio que, al principio, caminar hasta la lejana parada para poder coger el autobús que me acercara al lugar del trabajo, ahora en lo de las setas, puesto que, eliminados todos los aparcamiento que antes había, coger el coche desde hace ya unos años se había puesto imposible, y luego, ante el deficiente servicio de transportes urbanos, no me quedo otra que iniciar cada día con una sesión de caminata, dos kilómetros de nada, que según dicen, va muy bien a mi edad, pero donde de verdad se va bien a mi edad , es en coche.
Por suerte, me dejaron hace poco un aparcamiento en el centro, y consigo, una vez pasado aquel tiempo que le tuve pudriéndose en la puerta de casa, coger el coche un par de días a la semana y traerlo hasta la Encarnación.
Me resultaba extraño, al principio, ver aquellas chiquillas en la puerta del palacio, pero a fuerza de pasar pude observar la secuencia completa. No es cosa nueva, llevaba varios años viendo como todos los días lectivos, al pasar por la puerta del palacio, cuando aun esta oscuro, cuando se acerca la hora de que el licántropo vaya tomando normalidad, justo al alba, empieza la metamorfosis.
Las niñas, vestidas de uniforme de colegio de monjas, y resguardadas detrás de los coches de las miradas de los pocos caminantes que pueden pasar, realizan un ritual transformador, en el que dejan de ser mojigatas colegialas, para acortar, con una treta de cintas e imperdibles, la medida de las faldas, esas enormes faldas que llevan por debajo de la rodilla, para con cierta habilidad hacerlas decrecer y enrollarlas en sus cinturas hasta que, en la transfiguración de Nabokov, quedan convertidas en un autentico ramillete de Lolitas.
Suele estar aun oscuro cuando paso y mi presencia ya no les preocupa, ellas estan a lo suyo y con habilidad al tacto, montan diariamente el taller de costura donde los imperdibles sujetan los pliegues de las faldas escocesa con los colores que las identifican, y los calcetines altos, ahora se le quedaron bajos, y muestran, sin que les importe el fresco, e incuso el frío (cuando lo hace) las carnes rosadas de unos muslos infantiles que quieren enseñar carne a toda costa, sin querer ver el peligro que supone hacerlo estando el licántropo aun sin recogerse en el cubil.
Al alba, delante del palacio, en la metamorfosis colectiva, se lleva a diario una transformación en la oscuridad, no hay ninguna palabra, es un automatismo grupal, en el que la treta está en subir la falda que tapa las rodillas hasta que queden por encima del medio muslo para convertirla en minifalda. Por habitual, me sigue pareciendo extraño el comportamiento establecido.
El caso es que una vez convertidas en Lolitas, cuando aun el alba se resiste en estas mañanas de Otoño a vencer a la noche, cuando la negritud azulea antes de amanecer, estas mujercitas, en la seguridad colectiva, ponen rumbo al colegio, donde chincharan sin duda a algún otro grupo de chiquillas, de las que aun no se atreven, o no quieren acelerar los tiempos, ya que sus faldas a media pierna, por lo menos las abriga.
Sevilla a 23 de noviembre de 2011
A veces no todo es la Encarnación
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 22 de noviembre de 2011

En semejante sitio

En el tholos

Justo donde hace ya tiempo que debería de haberse instalado la escultura de la diosa de la Encarnación, en el tholos que tenia las perversas previsiones de instalar una repugnante fuente “bulto” de esas que hasta la fecha aun ninguna lanzo un chorrito de agua por los machacados surtidores.
El “Tholos” sacro lugar para acoger una diosa, por aquello que se le cambió el uso de parterre colillero, para con cierto acierto no poner nada en ese lugar donde ya estuvo la indigencia, la novia, y también, quien lo diría, el mercedes blanco, al que le habían encontrado un lugar ideal para aparcar.
Es seguro de que, tarde más o, acaso menos, la escultura de Vasallo tiene ese lugar reservado, y cierto es que no puede ser cosa difícil el poder llevarlo a cabo, si se pone el mínimo interés en las distintas delegaciones municipales que tienen que resolver el asunto. Tiene su punto de emotividad conseguir el regreso de Ceres, lo cual sumará tanto en el conjunto realizado, como en el interés de los clientes que al entrar por la puerta que se procederá a abrir en la fachada de Poniente se encuentren la majestuosa escultura.
En el “tholos” vacío se siente la ausencia determinante de la diosa, su presencia se presagia como necesidad imperiosa para complementar una desangelada y absurda barreduela de cristal, apéndice, o lagrima, en la que evidentemente falta una puerta para acceder al mercado y que inútilmente buscan cada día un buen numero de personas, y donde lo mismo se amarran las bicicletas, que estacionan las motocicletas y ciclomotores.
El mercedes blanco encontró el lugar perfecto, la imagen por detrás del cristal hacia verle que hubiera penetrado como metido en una capsula transparente dentro del mercado, violando impúdicamente el lugar reservado, mas diríase intimo y privado que sacro, aunque lo fuera pero como no había puerta todo quedó en una ilusión óptica.
Sevilla a 22 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 20 de noviembre de 2011

puerta para el cambio

La concesionaria

Con la trinidad de ser adjudicataria, constructora y concesionaria era hasta lógico que para acometer lo de la Encarnación y convertirle en la mayor plaza de la indignación, icono del tiempo rosa, los dineros vinieran de los créditos que no parece que puedan pagar en su vencimiento.
El presupuesto para la puerta de Poniente, que no alcanza ni los mil euros, parece que es un terrible hándicap económico en la empresa que tiene que devolver el crédito global que el ICO le facilitó hace cinco años, justo cuando se empezaba, para mayor indignación lo de la plaza, y que según las noticias aparecidas supone que con la ultima partida se tendrían para trescientas cincuenta mil puertas, que ya seria abrir puertas, de un total de las cinco millones de puertas que se podrían instalar si se cancelara la deuda generada, y otras tantas con los intereses, si los hubieran, y que son desconocidos.
La noticia es , aparte del resultado de las elecciones con un cambio de poder, que si no hay prorroga justo el día antes del sorteo extraordinario de la lotería nacional, lo mismo solo refinancian los de la misteriosa trinidad lo que cuesta dos millones quinientas mil puertas, por lo que es terrible que esta puerta de la fachada de Poniente de la plaza municipal, que puede abrir al publico una entrada al mercado, y a la misma, una salida del laberinto, pueda crear el enorme obstáculo que el misterioso costo supone a la trinidad acreedora, y nada hay en este misterio sin resolver, (como la Encarnación )¡Ay, Alameda! que para hacer los números al cierre de caja, como una puerta al balance, aparece la enorme dificultad el saber por cuanto nos salen los misterios de la puerta para que se abra, mas se diría que nadie sabe por cuanto salen en esta ciudad todos los misterios que aquí tienen la puerta abierta.
Sevilla a 20 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

Lo que cuenta

El voto

No es que sea este caso del voto, una promesa que cumplir, pero hay días que como este en el que lo prometido lleva a la reflexión, cuando te desayunas que la vida de un lince está tasada en dos millones de euros, y aquella que perdió del tiron quien por aquello de que apareciera la encefalopatía espongiforme bovina, se le partiera el corazón a trizas de llevar tantos días sin partir ni un filete, pues esta, no lo creerán, sale por lo mismo que se cobra por un ere.
Dice la noticia que la cantidad ha sido devuelta, pero pensando en los linces aparece la duda, y la pregunta, de que si hay que ser un ídem, para saber si todo ese dinero que aparece en la débil cuenta bancaria, acostumbrada a los números rojos, si estos que por su cuantía mas parecían ajenos, evidentemente que no podían ser propios.
Las sentencias se dictan con dinero, pues se dice que no hay mayor castigo que aquel que toca a los bolsillos, y resulta que un lince, siempre es un lince, por aquello de que es un lince.
Sin embargo un pre-jubilado con ere que según se desprende del auto, acaso ni sabía quien fuera el lince que, por voto favorable, inscribió un nombre, al parecer al azar, domicilio, al azar, y numero de cuenta, al azar, como beneficiario, nada menos de una empresa en “crack” en la que nunca había puesto un pie encima. Y luego dicen que las vacas estaban locas.
Se sabe que fueron estas contagiadas por un prion que les administraron al hacerlas forzosamente carnívoras, cuando le dieron de alimentación harina de carnes procedentes de cabras afectadas de “temblaeras” , muertas por comer tanta basura que se deja en los montes, y que en la tranformacion en pienso para los rumiantes herbívoros, para mas señas, pues resulta que otro lince de la economía caliente, sugirió no llevar a cabo, por aquello del ahorro energético, y en propio beneficio (empresarial), que no se alcanzara la temperatura aconsejada para que la cabra muerta, que no vale ni la millonésima parte de un lince, obtuviera el sabor de las verdes praderas, y como consecuencia, acabara con el sector cárnico solo del susto.
La condena por perder la vida, esa que como efecto colateral se estaba cargando nada menos que el mismísimo lince de la planta transformadora, pues supone la misma cantidad que un “eres tu” ingresado en la cuenta corriente, (la de los números rojos) del pre-jubilado, que, otorgando en el silencio, sabia que como apareciera el lince se montaría el numero.
Sin que para nada suponga a estas alturas ningún menoscabo, devolver la cantidad impropiamente recibida, al caer en la cuenta, (como un lince), de que esta cantidad como que no tenía un origen que fuera familiar.
Y es que los números no tienen el mismo valor, como la vida de la cabra y la del lince. Numero de circo, de sentencias, números de sustos, números rojos, la diferencia siempre está en el número de votos, que en este caso tampoco significa lo prometido, que de siempre se dijo que era deuda.
Sevilla a 20 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

sábado, 19 de noviembre de 2011

Si la prima asentara la cabeza

Reflexión

A nada que salga el Sol, e incluso cuando los días son desangelados, como este de la reflexión, hace que esta llene de pleno las vitrinas, y en lugar de los productos que se exponen, la reflexión hace que lo que se vea sea el cielo, azul o gris, y las viviendas que conforman la plaza estrangulada por la escalera Oeste, la fuente bulto, el parterre desubicado, la invasora barandilla, el kiosco extemporáneo, y el receptáculo de Correos, que junto con los tres arbolitos que quedaron, y la plantación de veladores colmatan una panorámica en el vidrio curvado de la vitrina, como consecuencia de la reflexión de la luz.
La reflexión, invariablemente debería de coger en un día como este, ligeramente desapacible, por aquello de que como esta la cosa `pues como no invita a salir de casa, eso si, siempre y cuando emitan cuando menos un par de partidos ajenos a nuestros colores, para no tener que pensar en el resultado.
La reflexión tiene de bueno que por lo menos es una jornada tranquila y no soliviantan el cuerpo, con los riesgos que se corre con la prima de riesgo, (hay que ver el peligro que tiene la criaturita)
Esta visto que ya casi es un riesgo salir a la calle, y mas si llevas dinero encima, pues nada asistes a un funeral y ¡zas!, treinta euros en lotería de la hermandad, y otros quince en la de un compromiso hicieron que volaran, con mas riesgo que la dichosa prima, nada menos cuarenta y cinco euros del ala, y por suerte, que al quedarme solo con un euro me permitió no entrar en el bar, donde el riesgo hubiera sido mayor.
En esa reflexión andaba cuando mi amigo Paco, persona seria, me ofrece que venda un talonario de lotería para recaudar fondos para una escuela de un pueblecito de Perú, como no llevaba nada, le dije, (en la esperanza de que no encuentre mi puesto) que me lo llevara, y mira por donde me encontró.
Pero la reflexión política está en saber que tendrá la comunidad de mi casa que nadie quiere ser presidente, y que tendrá de grave la situación económica existente, cuando se empeñan en contarnos la milonga de que existen, cuando menos dos soluciones, e incluso cuatro, y miren como estamos, reflexionando todavía sobre los riesgos que corre la prima como no se la condone, y mira por donde, aun había quien creía que todo venia de FMI, y la cosa era por lo de Strauss-Kahn, de adicción sexual, y su fobia al “Control”.
Esta visto que la reflexión siempre lleva al mismo sitio, lo malo es que aun no pusieron la puerta para entrar, por lo cual en esa reflexión andamos, si bien me inclino que será la automática. ¡Donde va a parar!, vamos, que no tiene ni punto de comparación.
Sevilla a 19 de Noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 17 de noviembre de 2011

Por escrito

La comitiva

Pude enterarme, y no fue fácil, pues según parece pasaron tan rápido que apenas fueron unos pocos los que advirtieron la comitiva, de la que en retaguardia estaba la concesionaria.
Ese indicio me daba que pensar que se tratara de una visita política en periodo electoral, pero a pesar de la magnitud de los participantes, inferior en número a la que dispuso el contador de galapagos, no era de política si no de propaganda, ustedes me dirán.
Se trataba, según pude informarme, de una empresa de publicidad que intentaba buscar las localizaciones para un spot, pero por la velocidad con la que cruzaron el llamado mercado, que me da en la nariz el aroma propio de lo que desprende aquello, que no se llevará a cabo ninguna filmación. Es una pena pues lo mismo en los planos cortos se podría apreciar a simple vista alguna de las deficiencias que se observan.
Por el contrario, el pañuelo de Kondo no trajo esa suerte que se la atribuye, y quien vino fue la persona que ya ni esperaba, y según me dijo era la que había dispuesto y supervisado, toda la obra ejecutada en lo que se llama mercado municipal, y claro está su papel era negar toda la evidencia que los errores existen, como Teruel.
Estoy por soportar detenidamente que me explique como se puede mover una mesa en ángulo recto con pileta incorporada, si los desagües y toma de agua están colocados en un sitio y la pileta y el grifo en el lado contrario, posiblemente ese día no fue a clase.
Aun me faltaran explicaciones que me lleven al entendimiento del laberíntico diseño, de la altura de los mostradores, de la elección de un suelo inadecuado por su difícil limpieza, y sobre todo los criterios para colocar las puertas que parecen que las dispusieron de forma contraria al mínimo sentido de la optimización de un recorrido comercial. En definitiva que lo que sea, después de tantas veces dicho, ahora lo quiere por escrito, cosa que le remitiré con mucho gusto al gerente de la empresa, antes de, si hiciera falta, darle otro curso.
Hoy otra comitiva pasó por el centro, la casualidad hizo que me la encontrara, pues desde el primer día es sabido que el poniente está a la izquierda si miran al Norte, pero tampoco pasaron, creo que se temían lo de la puerta.Tendremos que esperar a que pasen las nubes y pueda contarse no el paso de las nubes que precisamente de eso se encarga otro,si no todo lo que queria saber de esta histoia, (y nunca se atrevió a preguntar)
A todo esto la ex cigarrera Pepa, Altadis no se cierra, acompañada del ex concejal García, otrora contador de caracoles, en su soledad, justo cuando se encontraban en el centro me dejaron con un muy efusivo saludo la propaganda de Cayo, luego existo, y con las misma le mandé un retórico saludo,con salud, para el camarada Torrijos, como el General.
Democracia o mercado, es la pregunta del pasquin, y como comprenderán siendo uno placero de toda la vida, como de claro me queda, la elección, mercado, pero no como este amarillo, si no como Dios manda, y el mensaje continua, “Tu eliges”, y ya sabéis, yo siempre elijo puerta.
Mañana puede ser que venga la comitiva que falta, que lo mismo está tan sobrada que ni viene, pero puedo apostar que si el candidato Tarno, que tuvo familiares carniceros en la Encarnación, y el Delegado Serrano, que se crió entre los puestos de la fachada Sur, lo mismo se acuerdan y caen de que el poniente siempre se encuentra a la derecha, justo donde falta una puerta. Para que contar.
Sevilla a 17 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 15 de noviembre de 2011

Paco, Kondo, Jaime, me encontraron

Mañana

Mañana me enteraré por la prensa, pues como que me da igual ocho, que ochenta, quien comandaba la comitiva, posiblemente de formación política que, con la parafernalia de los flashes, cruzó por la calle de en medio, sin reparar en la que por ejemplo, tiene al poniente en la derecha si mira hacia el Sur.
Mañana podré enterarme de quien no me pidió el voto. Me dijeron que era una comitiva tumultuosa, ¡que pena!, hubiera podido mostrarle la puerta inexistente a todos, y que los responsables de la concesionaria marchaban en la retaguardia de la apretada formación.
Lo cierto es que en la dificultad de hallarme, algunas personas me encuentran cuando me buscan y no precisamente para pedirme nada.
Mi amigo Paco, que llego a ser internacional de rugby siendo sordo profundo, y por cuyo motivo no pudo aprender a hablar al no poder escuchar ni sus propias palabras, vino a verme, le habían dicho que no me había jubilado y que aun permanecía detrás del mostrador.
Era la primera vez que entraba en este laberinto y solo su tenacidad le llevó a encontrarme, eso si dando vueltas y vueltas, pues ¿como podría preguntarle a nadie donde me encontraba?
Cierto es que hacia mucho tiempo que no nos veíamos, y el me expresó de sopetón, y así me lo dijo en su lenguaje gestual, que me encontraba gordo barrigón, y envejecido por el pelo, que se puso blanco posiblemente de los disgusto que llevo con lo de la puerta.
Aun no me había repuesto de tan agradable visita, y la sorpresa se presentó, y aunque esperaba a la persona que está encargada de ir solucionando los continuos problemas que aparecen en el llamado mercado, si mal algunas veces también crea algunos, tal como habíamos quedado, pues como que no vino, y ya se que por lo visto, y me figuro, estaría formando en el pelotón de cola de la visita, que seguro, mañana me informaré de quien se trataba.
Y mira por donde, apareció Kondo, y esa fue una alegría aun mayor. Después de doce años, había vuelto Kondo, un japonés que vivíó durante mucho tiempo en Sevilla con su esposa, maestro de escritura, y que hace mas de doce años tuvo que dejar nuestra ciudad con urgencias, y marchó a su país para cuidar a su anciana madre.
Durante estos doce años ha estado traduciendo a Miguel Delibes al japonés. Me regala un ejemplar que nunca voy a poder leer mas allá de la dedicatoria, y me trae dos regalos, uno es una tela ritual con un mensaje de buenos augurios para mi negocio que el mismo coloca, y el otro, la publicación en un libro de poesias, en japones, con la particularidad que se encuentra uno según me dice, que es la traducción de un poema que hace mucho escribí, y que se lo dediqué cuando se marchó, y que ni recordaba. Me dice que incluso se estudia en las escuelas. (Como se pueden figurar ni puedo creérmelo)
Tenia cierta prisa, iba a visitar a alguien que se encuentra en el asilo de la calle Oriente, para llevarle otros regalos, y le despido con mi inventada palabra que tanta gracia hace a los japoneses, “harigatissimo”.
No tenia venta, ni pasaba publico, y la caterva procesional seguramente caminaba por otro lado del laberinto, cuando en su bici llegó el joven antropólogo para entregarme una copia en DVD, de su trabajo de fin de carrera que con el titulo de “Patrimonio, paisaje urbano, y política local” basado en lo ocurrido en esta Encarnación de mis canas antes de mis carnes, en el que pude dar toda la información a cuantas preguntas de su interés me formulaba y por el que ha obtenido nada menos que la calificación de MATRICULA DE HONOR
Hoy el día no daba para nada mas que para la felicidad, no hubo ventas, acaso mañana, que es cuando me han llamado para entrevistarme con una persona responsable, (debe de ser alguien nuevo), y hablaremos, no le quepan dudas de la puerta. Veremos que pasa, si el trozo de seda que me trajo Kondo, y que luce en el fondo amarillo de la formica, está haciendo efecto. Mañana.
Sevilla a 15 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 14 de noviembre de 2011

En el absurdo

Esperando

Hay días en los que me pregunto que hago esperando, si aun no he descubierto a quien, ni que debo de esperar, ¿acaso que rotulen mi puesto?, cosa además obligatoria, y que desde hace un año espero, y espero, pero creo que no lo van a rotular nunca.
Por suerte, la pensión que me quedó es tan pequeña que tengo que seguir trabajando, lo que me permitirá seguir esperando, y esperando a que coloquen el rotulo, pues de otro modo me hubiera quedado esperando lo inexistente, como la puerta, como Godot.
¿Que espero que me lleva esperando para un año?, ¿Acaso que queden tapados el sistema de conducciones de las aguas, para que supriman el antihigiénico sistema de rejillas en cuyas canalizaciones se remansa el agua cuando deja de ser inodora?.
Espero tal vez que dupliquen las luces, al igual que hicieron en la sinuosa calle, hoy mercadillo de artesanía dominical, para que no tenga el llamado mercado municipal, ese triste aspecto que en la pobreza de luz aquello causa, entre el suelo oscuro de un granito de saldo y el amarillo pálido de la formica.
Que espero pues, que pase, si el reglamento de mercado, vigente en la concesión adjudicación no dijera lo que se le podia leer, aquello de que el viario interior debe de tener una anchura minima de cinco metros, pues lo mismo se podía decir cuatro,o tres, o dos ¡pero menos! Menos.
Acaso fuera inesperado encontrar tal medicion, pero ¿Que se podía esperar?
Como Estragon espera que llegue Godot, pues el asunto que se traen entremanos es delicado, el tiempo es el que no espera y la obra se acaba de una manera tan absurda que cada vez que recuerdo mas lo de la puerta, cosa que sucede a diario, pues justo la tengo enfrente, a menos de dos metros, no hay que medir para nada los cinco metros reglamentados, ni coger la cinta métrica para nada, basta extender los brazos, y se puede tocar el cristal de la puerta inexistente, puerta que llevo esperando desde el principio, y pienso que por algo tan sumamente sencillo, tan fácil de realizar, que estoy convencido de que no hace ni falta que aparezca Godot, pues lo que espero es solamebte que abran la puerta para entrar, para salir, puerta automatica, pero antes hay que colocarla, y antes hacerla, y antes encargarla, y antes presupuestarla, y lo mismo llega antes Godot, y me ponen el rotulo, y tapan las rejillas, e instalan unas ventanas para la aireación, y esperando, esperando, se pasa el tiempo, y quien sabe lo mismo hace falta que cierren algunos puestos mas para saber que Godot no llegará nunca, y lo mismo no cabe esperar ni un minuto mas. Pero como sabemos, esta obra es del genero absurdo,que no espere nadie, que nada tenga sentido.
Sevilla a 14 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 13 de noviembre de 2011

Todo por la urna

La urna

En el fanal sin salida, donde la enorme urna encierra el futuro, la clase política busca en el centro, y para nada hace por encontrar el voto,inexistente como la puerta, si mirando al Sur, está el poniente a la derecha.
Ni tan siquiera en las jornadas inaugurales, (pasada a Esperanza) donde tomaron protagonismo tanto la protesta, como la huida, y las batucadas de pago intentaban apagar el clamor ciudadano, indignado por la opacidad de un megalomano capricho, despilfarrador en su costo, inadecuado en su espacio, al que tenían que acabar de prisa y corriendo, como cuatro años después de la adjudicación, sin penalización por demora en contrato, y con una desviación economica superior en cuatro veces el precio presupuestado,pues ni ese día llegaron a pasar en donde les esperaba.
En la urna de cristal, en cuyo interior las enormes columnas son obstáculos del paso en su viario amarillo, donde algunas, por su inexplicable colocación, mas parecen que fueron puestas sin el menor conocimiento, pues tampoco en las municipales, tuvieron a bien que aparecieran por allí, ninguna de las personas que, pertenecientes a las distintas agrupaciones, van pidiendo por la calle de enmedio que las coloque por cuatro años.
Deben de tener el presentimiento que en aquella urna no conseguirán nada, pues tendrían que reconocer cuanto tragaron los que tragaron, y cuanto no quisieron ver cuando miraron hacia otro sitio, en lugar de ver lo que allí se estaba realizando, y de paso, aunque fuera para justificar el sueldo, se le podia haber echado una miradita al contrato, a la Ley de Patrimonio, al reglamento de mercados, la Ley FEREE, y por aquello de la vanguardia, y la sostenibilidad, exigir las fotovoltaicas olvidadas, como la puerta.
A una semana de las “generales”, ya me gustaria que vinieran y aceptaran esta invitacion mas me inclino a que sea lo contrario. Hay mucha ventaja en el marcador, por lo que hace dudar de que pueda aparecer ninguno por allí, y menos sabiendo que falta la puerta, y las que se colocaron de forma aleatoria,se hicieron a miles de kilómetros, y sobre un dibujo en la mesa de estudio.
Cierto es que deberían de venir, y pasar por esta urna sin voto, cuando menos los candidatos, por mas que ya que no cabe posibilidad ninguna de que Alfonso vuelva con su sequito a repetir tan fugaz visita.
Al menos Javier,¡es capaz! Aunque no se le ve el pelo de cuando lo lucia azabache del brillo de juventud cuando portaba el pendon, y lo mismo si viene lo acompaña Juaninasio,que este en cuanto vea lo de la puerta seguro que lo entiende, y por supuesto Gregorio, criado en la plaza de toda la vida, hijo del gremio, que para eso es el responsable de Salud y consumo, y advertirá que el suelo de granito tiene sus dificultades para una perfecta limpieza, y también María del Mar, para comprobar que aparte de cuanto se perdió de Hispalis con la invasiva cimentación, el “tholos” para Ceres es ideal de la muerte cuando pongan la puerta inexistente, y Amidea, conocedora del espacio, al ser la única que estuvo de visita en Julio, y tuvo oportunidad de tomar cuantas notas correctoras pudo, para que después de mas de cien días, no llevar a la practica ninguna.
Y Beltrán, y Juan, y Curro, por descontado que comprobaran que lo de la puerta existe, y por que no, que venga también Maximiliano, y Lola, junto con Ignacio, María Pía, Evelia, Jose Miguel y que no se quede atras Juan Garcia, para que verifique lo de la accesibilidad en las puertas, y Asuncion, por si hay que hacer numeros, vengan todos a la urna,fanal sin salida, ni entrada, a ser posible el Jueves, por favor.
Sevilla a 13 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 11 de noviembre de 2011

Junto al cartel

La novia

Hasta ahora, normalmente los sábados, y algunos viernes, podía contemplar el paso de los invitados de las distintas bodas que en los templos de las cercanas feligresías se celebran. Gracias a la panorámica de la gran ventana que me permite visualizar todo lo que pasa, se observa la tendencia en los tocados, la moda de los engalanados vestidos, los tacones de aguja a juego con el color, los bolsos de mano, así como también los mal que les quedan a la mayoría los frac alquilados.
Hoy en la barreduela de cristal, ese “tholos” en el quedará entronizada la diosa Ceres, una “virgen” ha llegado, vestía palabradehonor con cola, de un blanco degradado, con tocado formado por un velo de encaje con un tono mas cremita que arrancaba de la cascada de falsos tirabuzones que peinaba, y que posiblemente en la ceremonia luciera una tiara, o diadema.
El nuevo matrimonio gira de felicidad en el cilindro de cristal donde hay aparcada una vespa negra, (¿un augurio?) El caso es que en su felicidad del momento eligieron aquel lugar, santuario de Ceres, para su reportaje fotográfico, luego subieron a lo de las setas, y dicen que dejaron un candado cerrado en los barrotes, ya que en el puente de Triana como que los quitan, y en lo de las setas esto mismo, si se hace costumbre, además de atraer a lo amantes de todo el mundo candado en mano con su compromiso de fidelidad, lo mismo se hace atractivo turístico. (Idea gratis para la concesionaria)
La “virgen” realizaba sensuales movimientos en los que buscaba encontrar los escorzos cinematográficos ideales de la muerte para el book de su gran día, y su amantísimo y paciente esposo aguantando el tiron con las poses adoptadas por su enamorada señora, ahora con los brazo abiertos, ahora con el velo al viento, ahora despeinándose, ahora como buscando algo, y mira por donde acabaron justo haciéndose la ultima foto junto al cartel, ese que dice que efectivamente aquí falta una puerta.
Unas horas antes tuvo a bien la siempre esperada visita de la responsabilidad, creo que máxima en este asunto de la puerta, y todo parece ser que hay mas demanda de puertas que de puesto, y la verdad ,que no se cual puede ser el problema. ¿Abrir puertas?
Todo radica, y es fácil comprobarlo, que como las que se colocaron estuvieron instaladas con tanto desacierto que lo que procedía era cambiarlas de lugar y adecuarlas a las verdaderas necesidades que el espacio requiere para optimizar un inexistente recorrido comercial que, por el disparatado diseño, ha quedado limitado a una sola calle, si bien existen un par de travesías, que en un segundo termino tienen su aceptación, pero el resto, ya me dirán. Cuatro son calles vacías, y dos muy mal ubicadas.
Cierto es que al no poderse rectificar, solo por lo costoso que puede resultar, pues técnicamente es algo tan sencillo, como desplazar dos, de las cuatro, puertas existentes en la sinuosa calle, ahora mercadillo dominical de artesanías, para enfrentarlas con los espacios donde existen calles transversales, y aprovechar el cambio para instalar ventanas superiores abatibles para la renovación de aires.
Por otro lado parece que otros vendedores del mercado quisieran disponer de una puerta cercana a sus puestos, (antes de que dejen de serlo), y si ellos lo demandan seguro que no les faltaran razones, pues con toda seguridad abrir cuantas puertas se puedan facilitaría de tal manera al publico el acceso que el mercado pasaría a formar una parte de mas de viario de la ciudad, mercado abierto y seria utilizado para cruzar, de un lado a otro, de izquierda a derechas, de levante a poniente, de Norte a Sur, de Laraña al Coliseo, de Imagen a la Venera, de Regina al pasadizo Sur, y cuando menos dejaría de ser un laberinto, e incluso las personas mayores, no se marearían buscando la salida, y los minusválidos dejarían de tener esa enorme dificultad para poder abrir desde el carrito una pesada puerta doble donde dos hojas permanecen cerradas.
Tengo la impresión de que la responsabilidad tiene hoy, el mismo convencimiento, lo que me hace pensar que se abrirán nuevas puertas, a menos, cosa que creo improbable, que lo que se quiera es que se sigan cerrando puestos, y la responsabilidad ha dicho que, como la maquina, se ha dicho la verdad.
Sevilla a once del once de once
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 10 de noviembre de 2011

Tercera caida

Tres mas dos, mas tres más

Esta operación, aunque lo parezca, no suma aun ocho, que por si no lo sabían era el numero de lo de la Encarnación provisional. Le vino dado por un santero cubano, que en el 92, cuando la Expo, ya vaticinó todo lo que se ha cumplido.
En esta Encarnación sin Esperanza, siendo el ocho número que significa protegido por la patrona, y resucitación de lo perdido, de lo olvidado, de lo muerto, seguro que debe de corresponderle otro numero. Tres mas dos, mas tres, significa que mientras al que todo daban por muerto, resucitó en la nueva Encarnación, y cuando ya salieron tres de la fosa de las necesidades, a decir verdad sin escaleras, y hasta sin un trozo de lino con el que enjugar los enrojecidos ojos de una rabia contenida, de tanto esperar, para esto.
Dos se encuentran en stand by pass, es decir esperando para ver como pasan los días en la esperanza de que aquello cambie de palpito, y la prima de riesgo se condone, que no es ninguna guarrerida con la hija de tu tía, la hermana de tu padre, ni tampoco que esta, por aquello del riesgo, tenga ligadura de trompas, aunque no se llame Falopio el novio, ni Vitorino, como el de Macarena, y el pespunte del cosido a mano se lo puedan dar a la del elefante,(Trompa mas grandes cayeron)
El caso es que allí están los dos con tan malita cara de uvi, que todos creen que es por el amarillo del formica.
En el laberinto del interior, encontrar una puerta puede ser una salida.
Tres salidas están pendientes solo que se resisten ha tomar con las manos vacias las de Villadiego,- dicho que se basa en la asociación en el refranero español del nombre Diego con personajes ladinos y socarrones (“Yo me llamo Diego, ni pago ni niego”). Villadiego sería “localidad” donde van y viven los “diegos”, los que huyen.
Tres mas, esperando que les llegue el tiempo de jubilo, mientras no les acontece nada de lo que se imaginaron, pues nadie les aparece dispuesto a facilitarle una cantidad para que les sea mas llevadera la fase final en los dorados retiros aljarafeños. Aun queda uno, tal vez dos, y hasta si me apuran tres, con un incierto panorama, como cualquiera de los que quedan, acaso cuatro, por como está la cosa.¿Dije digo? ¿Digo, Diego?
Lo cierto es que contaríamos al revés, y los que resisten son, aparte de aquel que daban por muerto y resucitó en esta Encarnación, pues como que no hay mas de un tercio del reservorio, pocos regulares, y si acaso algún legionario, los que vienen a conformar el destartalado batallón de desigualdad en formación “Magnus itineribus” en las que el caprichosos diseño intervino para que, otro tercio, perceptiblemente se está yendo al garete como consecuencia de una mala operación aritmética, tres, mas dos, mas tres, casi cuatro, tal vez cinco, acaso seis, posiblemente siete, con seguridad ocho, como el numero de lo de la Encarnación provisional, y con la esperanza perdida, ¿Quien se puede fiar de la nueva patrona, siendo la concesionaria? En el primer aniversario, la Esperanza, Patrona de la Encarnación, llegará, pero los puestos se encontraran cerrados, y ningun placero estara para contarlo. Cabe decir que en esta ocasión no habrá sido por la bajada en la bolsa de Nueva York, ni por la caída del mercado, de valores naturalmente, la causa es por aquello de que tal fecha, será domingo de Adviento (la llegada).
¡Que susto!
Sevilla a 9 de Noviembre de 2011 Francisco Rodríguez Estévez

Mas de diez meses

La risa

A pesar de que aquello aun causa risa a cuantos intentan encontrar una puerta inexistente, justo en el lugar que aparentemente el sentido común, y la desorientación aconseja, a mí ya tanta gracia solo me produce repugnancia.
Diez meses es tiempo suficiente para, de haber querido, de haber tenido criterios comerciales, de haber tenido sentido común, de haber tenido voluntad, de haber tenido los deseos de rectificar ese mayúsculo error, que esta puerta se hubiera abierto a la travesía central, para principalmente darle el sentido comercial al espacio, mejorar la circulación en el laberinto de calles plagadas de obstáculos y sin señalización de las salidas, a todas luces mal planificadas, dotar de un mejor punto de evacuación, y por consiguiente una entrada mejor ubicada que las existentes, y que por lo tanto esta de nueva creación tendría que ser adaptada a las personas de diversidad funcional, que son aquellas que utilizan un vehiculo, bien eléctrico o de cadenas, para sus desplazamientos, que con las actuales, abiertas a medias hojas, les imposibilita el libre acceso a un edificio municipal.
Todo parece indicar que este sistema es obligatorio, pero igual de obligatorio era el reglamento de mercado, incluso las normas higiénicas del suelo en las instalaciones alimentarias, lo mismo de obligatoria que la sostenibilidad, recomendación realizada tanto por Barak, y Rodríguez, para el ahorro energético, y articulada en la Ley FERAEE. ¿Para que sirve la obligación? (si no se cumple).
La risa sigue, y de que forma, al punto que podría avergonzar a todo aquel responsable que debería de acercarse, al menos para sentir la vergüenza ajena desde la irresponsabilidad, aunque solo fuera para asumir la que le cause comprobar in situ lo que cada día en inútil intento suelen largar cuando advierten que allí no hay puerta, especialmente acordándose incluso de los familiares, antes de la risas.
Resulta increíble lo que puede causar esa broma continua cuando se acrecienta día tras día, por algo tan repugnante, que basta tan solo comprobar que evitar las obligaciones, en esta ciudad, sirve de risa.
Sevilla a 9 de Noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 8 de noviembre de 2011

Cosa de ciego (ver, o no ver)

La impaciencia

Si esto fuera de ayer para hoy, no estaría justificada, pero hace tanto que ser impaciente a estas fechas todavía tendría un pase.
Justo, desde el mismo día en que abrieron la única puerta inaugural que habilitaron, y gracias a la ventana que con tanta vehemencia, como razón, pedí que se abriera tras la mas falsa de las fachadas, de esto va para once meses, que son los mismo que llevo tratando de encontrar, primero, con aquellos responsables, irresponsables en la actualidad, y ahora, con estos irresponsables de aquello, nuevos responsables a fin de cuenta, que sean ellos, cuando menos, los que puedan informar con certeza a quien le corresponde ( en el caso de que le pueda elevar una petición en correcta forma) la responsabilidad de decidir si se abre la puerta reclamada , o por el contrario no la autoriza, si es que encuentra los argumentos suficientes para denegar su apertura.
La impaciencia, después de once meses, a todas luces es hasta justificada. Sin embargo no parece aconsejable hurgar más en la misma mierda, y lo sensato, llegado a este punto y compromiso, se hace no menealla, por si acaso.
Son circunstancias en lo que cabe mas la discreción que llamar la atención, seguro que desde la responsabilidad están obrando en consecuencia, y están estudiando la manera de abrir una puerta en lo de la Encarnación, sin tener que solicitarla, pues es evidente que nada mas ver aquello, en el mismo lugar que el propio sentido común dice, ¡Pero como que no se ha abierto aquí una puerta!
El caso es que, lo mismo tienen los informes técnicos preparado, retirar una luneta y poner dos hojas deslizantes de cristal en su lugar, accionadas con un motor que se activa con una cámara que detecta a la persona (pecatta minuta de tecnología y vanguardia de los 80), y de aquí a nada se le encarga a la empresa de puertas automáticas, que seria la opción mas económica, pues modificar las existentes encarecería la operación.
Por consiguiente demos unas fechas, y sujetemos la impaciencia de los once meses, este mes once del año once, como el premio gordo de los ciegos, el tuerto es rey, (como concejal de “setas”) para que todo siga el curso correcto y nada pueda entorpecer la colocación de la puerta que mas que por olvido del Rey, por necesaria, ni tendrá que solicitarse.
Sevilla a 8 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 6 de noviembre de 2011

En espera de respuesta responsable

Para un año

El tiempo ha transcurrido para según que cosas, para un año hace que empezó el frenesí por inaugurar una laberíntica plaza de abastos, que ya antes de empezar había dejado en la cuneta a buena parte de los que resistían en la provisionalidad.
Era un tiempo en el que se estaba aun discutiendo, incluso sacando el retorcido colmillo llegó a decirse, el alquiler y la supuesta subvención municipal, cuando los mostradores de los desiguales puestos realizados en formica, perdida la uniformidad y el rigor que le quisieron imponer, tuvieron que modificarse para bajarlos a la altura que era deseable y que con la subida del suelo para instalar los desagües (que se olvidaron) alcanzaban una altura inalcanzable.
Tiempo pasado del que ya se hubiera tenido tiempo de rectificar lo que en lo posible fuera, tiempo de sobra en el que aun no pusieron el rotulo identificativos, por lo que sigo en el mas oculto de los anonimatos.
Tiempo para recuperar a Ceres, y para tapar las canalizaciones, en algunos casos con insuficiente pendiente, donde se embalsa el agua cuando deja de ser inodora.
Para un año es mucho tiempo y acaso no sea nada, si lo provisional se hizo eterno, ¿Qué no será lo definitivo?
No, hoy no toca decir nada sobre la puerta inexistente, (pues seguro que se abrirá en breve), no seria nada elegante por mi parte no esperar la contestación que me confirme lo solicitado.
Por si no lo saben, he mandado correo electrónico a cuantos responsables irresponsables, y también a cuantos irresponsables responsables, tanto monta, monta tanto, para encontrar la solución de lo de la puerta, y aunque por el momento no he recibido contestación, por mas que les escribo con el corazón, (como la “sevillana”) esta no puede demorarse muchos días mas, y como nada parece que sea cuestión de dinero, pues resultaría de poca, pero que muy poca, que la culpa la pudiera tener 2.000 euros, que es lo que cuesta la puerta, según presupuesto, con todo lo que ha supuesto realizar todos los errores que a simple vista pueden observarse.
Va para un año, y aunque se abonan tasa municipales, por dos conceptos,( ocupación y servicios) en edificio privatizado, lo mismo lo de la puerta no corresponde a la delegación de mercados municipales, y aquello va a ser cosa de bomberos, por la seguridad de evacuación, o de movilidad, por lo de la accecibilada a los discapacitados.
Tampo toca hoy lo de la sostenibilidad,ni lo de la contaminacion visual, ni lo del poroso suelo. Hoy es tiempo de espera. En ello estamos.
Lo que sea sera en breve, no importa la demora cuando los responsable en la actualidad, irresponsables en lo que realizaron irresponsables en la actualidad,¡Ay, Encarnacion! cuando va para un año que eran responsables se empeñaron en inaugurar, pasada la Esperanza, han dado la esperanza de que para el aniversario, lo mismo tenemos la puerta abierta para que entre los buenos vientos.
Sevilla a 6 noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 1 de noviembre de 2011

Dos botones de muestra

n cascada

Como por el momento es imposible que se pueda llevar a cabo ninguna rectificación, y cuando no queda otra solución más que aguantar el bicho, al menos, creo que es conveniente que se sepa cuantas deficiencias nos muestra aquello a primera vista, y poner de relieve, que se pudo hacer algo mejor.
Cierto es, por ser algo que salta a la vista, que lo realizado no tiene nada que ver, después de tantos modificados, con la idea original. Que el costo real, en nada se acerca al presupuestado, y menos al que se le supone. Son como dos botones de muestra, y aun no se sabe cual es la tela que va ha llevar el traje. Que os puedo decir.
Siendo muy amplio el directorio de los forzados lectores, es posible que algunos de los más de trescientos, ni abran el correo que les envío, y los borre automáticamente.
Otros por el contrario, me leen con consideración, y la mayoría, imagino que me soporta, incluso los hay que se detienen en leerlo, para ver que majadería le he enviado.
Muchos no lo saben, pero llevar tanto tiempo escribiendo sobre un mismo asunto, y que para colmo, en demasiadas ocasiones prediciendo lo que ha sucedido, no es cosa que tenga mayor merito, pero crean que cansa, pero no el escribir, lo que agota es no haber obtenido nada de todo lo que esperaba de mi callada mariana.
No es fácil escribir del mismo asunto, cuando ya se le dado mil vueltas, para decir otra vez lo mismo, mas cuando por imposibilidad de volver al tiempo pasado, aquello ya no tiene vuelta atrás, y solo cabe la resignación en muchos, y posiblemente el aplauso de otros tantos. De vez en cuando hago una quita, como lo de las crisis, una limpieza de directorio de aquello que ni se enteran, ni hacen por enterarse.
Seguramente ni habrán venido todavía a ver esto. Cuando lo hagan reparen de verdad en aquello. Nada mas hay que ver el acabado en los arranques de las piezas que soportan la cubierta, algo tan chapucero que indica la falta de calidad que puede percibirse en el resto. Cierto es que las sinuosas curvas enmascaran el trazado, pero en algunos sitios no hace falta el metro para apreciar que la calle tiene distintas anchuras, y no vale decir que es algo intencionado.
Con los cambios llevados a cabo, una vez suprimido el exorno floral de buganvillas para crear el micro-clima, el “planetarium” en la bóveda, el aparcamiento perimetral subterráneo, eliminada la estacion para el metro, (Metropol), y desaparecida la del imposible metro centro, se diría que aquello, con sus tres enormes escalinatas, disformes y destartaladas, como vías de acceso a una plaza publica privatizada, sorprende que no tenga un mínimo servicio, para atender, las necesidades propias de los abuelitos que , tras el esfuerzo de la escalada a la que se sometió, peldaño a peldaño para ver aquello, su próstata le demanda.
De siempre vaticine que estos escalones llegaran a ser con el tiempo más que vomitorio de evacuación, mingitorio en cascada, y por el alto porcentaje de acierto en aquello, quedará por ver.
Sevilla a 1 de Noviembre de 2011
Francisco Rodriguez